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Violencia Familiar - Intrafamiliar

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1. Definición

La violencia familiar o intrafamiliar es unos fenómenos que traen riesgos no solo a nivel individual y familiar, sino también social.

Desde una perspectiva jurídica, es toda acción (verbal, física o emocional) u omisión en las responsabilidades vinculares de un integrante de la familia hacia otro, que produce un daño no accidental tanto en el aspecto físico, como en el psíquico, sexual o económico.

Por violencia psicológica, se entiende toda acción u omisión que tiene por efecto degradar, tratar con indiferencia,  o controlar al otro. El problema surge cuando la violencia es ejercida de maneras que no pueden observarse claramente: Cuando el hombre o mujer no esta “presente”, en el sentido actitudinal y no solo físico, y favorece sentimientos de degradación en la mujer u hombre; cuando la mujer o el hombre no reconoce o respeta el lugar del otro y estimula “reacciones violentas”. Sobre todo en las mujeres, muchas veces, el cuidado sobre los niños es presentado como justificación. En fin, la verdadera violencia es psicológica: el problema no es solo el ojo morado, sino las conductas violentas “naturalizadas”, es decir, evaluadas como correctas.

Denunciar a un integrante del grupo familiar es un acto difícil de realizar dada la cercanía del vínculo y lo que esto conlleva: sentimientos de culpa, vergüenza, acostumbramiento a la situación violenta, etc. La situación violenta no solo la padecen quienes sufren  golpes o violencia psicológica, sino también quien realiza los golpes y humillaciones. Por esto mismo, es recomendable participar de procesos terapéuticos para brindar o facilitar soluciones reales a la situación: es que la denuncia lo único que permite (y no siempre) es “parar” con las situaciones violentas.

Suele señalarse que la violencia familiar se da, en general, por tres razones o factores: falta de control de impulsos, carencias afectivas y la impotencia al no poder resolver problemas adecuadamente. Otros factores son el abuso de alcohol o drogas legales o no.
 
La violencia es producto de un amor “en desorden”: Por alguna cuestión personal no resuelta, alguno de los integrantes no “esta disponible” para vincularse con el otro. Cuando lo no resuelto, es solucionado, la violencia desaparece.  Si en una pareja ocurriera alguna situación violenta, la posibilidad de que la relación se termine es alta.
Pueden distinguirse tres etapas en la dinámica de la violencia familiar:
Etapa 1: TENSION  EN AUMENTO.
Etapa 2: EVENTO AGUDO DE VIOLENCIA 
Etapa 3: FASE DE CALMA, ARREPENTIMIENTO O LUNA DE MIEL 

Frecuentemente la persona que asume actitudes violentas es una persona aislada, sin amigos, celosa con baja autoestima. A veces este aislamiento es provocado por la misma dinámica vincular de la familia.

2. Violencia familiar: Mujeres maltratadas

Se pueden diferenciar claramente dos situaciones: cuando una mujer es objeto de la violencia familiar y sostiene esta situación por “responder a ideales de vivir en familia”, dependencia económica, confusión, etc.; y cuando una mujer, por dinámicas vinculares muy precisas, es responsable en la producción de los fenómenos de violencia. Sea como sea, esta situación requiere un “corte”, un limite.

3. Violencia intrafamiliar: Derechos del  niño

En esta situación el riesgo es más alto dado que se trata de una persona que se esta constituyendo, que se esta formando: los efectos suelen ser traumáticos en mayor grado. No siempre el adulto golpeador fue golpeado en su niñez. Aquí intervienen las fantasías que suelen iniciarse en la infancia sobre que un niño sea golpeado por un adulto, es decir, la violencia puede surgir no de una experiencia agresiva sino de la manera de relacionarse en la fantasía con la agresividad: las fantasías pueden estar expresando violencia latente de la familia de origen. Por otro lado, muchas veces la violencia descargada en el niño puede estar relacionada a situaciones conflictivas en la relación de los padres.

No hace falta golpear a un niño para que haya violencia: el niño necesita de cuidados y afectos que cuando no son brindados, se puede deducir un clima familiar violento, de falta de reconocimiento humano.  Cuando ese cuidado es omitido, es posible que la conducta violenta sea realizada por el mismo niño.

La situación de sostener las situaciones violentas es más traumática para los niños, sobre todo porque lejos de no darse cuenta de lo que pasa, son mucho más permeables que los adultos…son los más vulnerables psíquica y físicamente.

4. Violencia familiar: una verdadera pesadilla

La tolerancia de situaciones violentas suele llevar a mayores grados de violencia. El argumento que apunta a evitar una separación para cuidar a los niños, es falsa: la situación de sostener lo que sucede es más traumático para los niños, sobre todo porque lejos de no darse cuenta de lo que pasa, son mucho más permeables que los adultos…son los más vulnerables psíquica y físicamente.

La falta de recursos económicos y vinculares (incluso familiares) favorecen que estas situaciones se perpetúen.  Cuando se separan, es común que el agresor quede en contacto con sus hijos y les comunique y fomente el odio hacia la madre.

La mujer violentada no ve la solución porque no tiene trabajo, tiene hijos y la sociedad minimiza el problema: la Justicia y los medios hablan de ‘crimen pasional’, algo que culpabiliza a la mujer.

La justicia no ofrecen una atención adecuada a estas situaciones: suelen evaluar estos problemas como conflictos familiares que escapan a su función, cuando en verdad es exactamente lo contrario: ahí donde en una familia falta la ley, el límite, el orden, este es necesario que sea instaurado desde afuera, desde la justicia.

5. Tratamientos

El tratamiento esta basado en intervenciones que apunten a “poner fin” a las situaciones desbordantes.
Es recomendable el tratamiento individual en conjunto con la participación en grupos de autoayuda o apoyo emocional.
La resocialización es fundamental para dar una real respuesta a estas situaciones: participar en grupos, actividades sociales, etc. Por otro lado, sobre todo para las mujeres, se promueven actividades para la inserción laboral.
Otro modo de abordaje es la terapia familiar.
El proceso terapéutico facilita:
- Manejar la situación traumática o desbordante
- Brindar una sensación de control sobre el cuerpo.
- Mejorar el sentimiento de si.
- Dejar de sentirse en soledad y aisladas.

La terapia de grupo favorece:

- Brindar apoyo, establecer buenas relaciones con los demás integrantes.

- Aumentar los recursos internos para afrontar la situación, mejorando la auto-estima.

- Ayuda a generar cierta independencia de quien ejerce la violencia.

6. Manifestaciones de violencia

Abuso verbal: insultar, humillar, rebajar, ridiculizar, confundir con ironías, etc.

Intimidación: asustar, arrojar objetos, amenazar.

Abuso económico: recompensas o castigos económicos, impedir trabajar, control exagerado de las finanzas.

Abuso sexual: menosprecio sexual, imposición de relaciones sexuales, presiones para abortar.

Aislamiento: control de la vida del otro, vigilancia, impedir vincularse.

Desvalorización: decidir sin participación, provocar sentimientos de inferioridad


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